10/05/2011

Animador matemático. En sus talleres enseña a padres e hijos a jugar con los números sin pelearse.
Nel Martínez: «Ya tenemos una forma de aprender, que es jugando»

Varios niños de entre 2 y 10 años revolotean bajo la sombra de una acacia del parque de la Ciutadella. La más pequeña aprende a contar con títeres de dedo y la mayor multiplica con palitos. Con su maleta llena de juguetes y una paciencia de santo, Nel les demuestra que las mates pueden ser divertidas.
Nel Martínez.
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-Parece usted un mago.

-Todo lo hago a base de juegos. Los humanos, y los niños en concreto, ya tenemos una forma de aprender, que es a través del juego. Lo que aprendes experimentando te queda grabado de una manera muy diferente que un aprendizaje prefabricado.

-¿Prefabricado como qué?

-Por ejemplo, cualquier adulto te dirá que 3 por 5 son 15, pero lo que interesa con los niños no es que sepan que 3 por 5 son 15 sino que sepan lo que están haciendo. Si le haces aprender a un niño que 3 por 5 es igual a cuchuflú, por decir una tontería, te dirá que 3 por 5 igual a cuchuflú, pero no lo entenderá.

-Pero, ¿qué hay que entender?

-Puedes dar una respuesta automática: sabes que 3 por 5 son 15, pero a lo mejor no tienes la dimensión de lo que significa 3, de lo que significa 5 y de lo que significa 15. Cuando son cantidades más grandes puedes hacer una operación mecánicamente sin entender qué dimensión tiene aquella cantidad. En mi taller, los niños aprenden a multiplicar sin aprender de memoria las tablas.

-¿Y con operaciones complejas?

-Se puede vivir perfectamente sin derivadas pero, si tienes ganas de aprenderlas, tienes que buscar la manera de entender lo que haces y no memorizar sencillamente un algoritmo para obtener el resultado.

-Asegura que las matemáticas pueden ser divertidas.

-Respetar el momento del niño es clave. Si pretendes que un niño aprenda algo que tú como adulto quieres que aprenda en ese momento concreto, es muy difícil, porque le estás haciendo tragar una cosa…
-Porque toca.

-Exacto, pero a lo mejor a él no le apetece en aquel momento.

-En la vida hay que hacer muchas cosas porque tocan.

-No creo que sea un buen sistema porque dejas que otro decida lo que has de aprender y lo que no.
-¿Y no decide usted qué y cómo lo enseña?

-No me gusta la palabra maestro, porque implica una jerarquía: yo te enseño algo que tú no sabes, dependes de mí. En cambio, yo soy como un guía turístico: te acompaño por un territorio, pero quien hace los descubrimientos eres tú. Es una mirada emocional que implica ponerse de igual a igual para saber lo que siente el otro.
-¿Cómo iba de mates en la escuela?

-Sumar y restar llevando se me hacía muy pesado. Lo aprendí mecánicamente, pero no me interesaba, me equivocaba a menudo y tenía que borrar y volver a hacerlas. Hasta que las aprendí como un juego.
-¿Cómo se produjo el cambio?
-No lo recuerdo, pero en un momento determinado me di cuenta de que era más divertido sumar jugando a que un muñeco se juntaba con no sé cuantos. Entonces mi postura ante las matemáticas cambió y me fueron mejor. Pero lo decisivo fue cuando me planteé enseñar matemáticas a mi hija mayor: no quería pelearme con ella y discutir porque tanto por tanto hacen tanto...

-Me suena.

-Lo que hago en mi taller es dar ideas a los padres de juegos, de maneras de poder presentar operaciones de forma más agradable. Trabajar las matemáticas con los niños es muy importante, sobre todo si hay un clima amoroso, porque los conocimientos se adquieren mejor así.

-Es mucho esfuerzo para el adulto.

-Lo que hago me hace feliz, con lo que todo este esfuerzo es un placer.

-¿Cómo se desfoga de tanto número y tanto niño?

-Yo no necesito desfogarme.

-¿De verdad nunca alza la voz?

-No. Supongo que es cuestión de pensar continuamente lo que estás haciendo, es el vivir consciente. Si realmente queremos ayudar a los hijos, ¿por qué nos ponemos nerviosos?

-...pues porque estamos cansados, preocupados. ¡Nadie es perfecto!

-A veces es mejor decir: «Mira, he tenido un día difícil, estoy cansado y ahora no me apetece hacer esto. Busquemos otro momento». Los niños entienden más cosas que los adultos, porque nosotros estamos muy programados pero ellos están más conectados con los sentimientos.

Leído en: www.elperiodico.com
Entrevista realizada por Gemma Tramullas


Fotografía de Álvaro Monge

7 comentarios :

  1. Me encanta... a mi para lo que me han servido las derivadas, las integrales, la combinatoria y los sistemas de hasta no sé que grado es para hacerme la vida más difícil, no me acuerdo de nada de nada de nada.
    Mabel

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  2. Pues yo igualita Mabel..por eso andamos donde andamos!!

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  3. Hola,

    He tenido una grata sorpresa cuando "me he visto" en vuestro blog. Y ha sido más grata aún cuando he visto las lineas directrices de vuestro proyecto educativo. La verdad es que da gusto verse en una página de un colegio como el vuestro.

    Felicidades por vuestro proyecto y por vuestro blog,

    Nel Martínez

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  4. Hola Nel! Lo que es un gustazo es que exista gente como tú! Gracias por pasarte! Y si un día te animas a venirte a Santander...te invitamos a pasarte y conocernos!

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  5. Pues no me importaría en lo más mínimo. De hecho, para la próxima primavera es posible que me desplace a Euskadi a compartir mi visión con padres y educadores (en realidad iré a dar cursos y conferencias, pero me gusta mucho más la idea de compartir que la de volcar conocimiento unilateralmente). Quizá podría extender un poco la ruta y llegarme hasta Santander... Seguimos en contacto, a ver si al final tendré el gusto de conoceros en persona!

    Un abrazo,

    Nel.

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  6. Pues sería un placer que vinieras, más bien un lujo :-)
    Gracias por todo lo que haces y lo dicho, seguimos en contacto.

    Mabel

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  7. Lo mismo que Mabel...sería un lujazo contar contigo por aqui! Si te animas, cuéntanos más

    familiasvitalalsar@gmail.com

    María

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